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HHIJO DE RELOJERO*

“Soy relojero y escribo poemas.

Y si me hago abogado será para enorgullecer a mi madre”.

 

Así pensaba Carlos, hijo del relojero del pueblo. Desde muy chico aprendió el oficio de su padre; al morir éste, cuando tenía apenas doce años, quedó solo con su madre que le llenaba de todo el amor del mundo; pero su guía se había marchado, dejándolo con un taller que no sabía cómo administrar.

 

De pequeños trabajos ayudaba a su madre quien era amada y conocida por todos como la lavandera del pueblo. Y con el dinero sobrante, Carlos se sentía ya hombre, y probó guaro para alardear frente a sus compañeros de estudio, mientras exhibía sus nuevas dotes de poeta natural que espontáneamente improvisaba de acuerdo a la situación del momento.

 

Ya todos hablaban del poeta Carlos, hijo del relojero. Querían verlo en todas las celebraciones del pueblo; pero Juanita, su madre, quería verlo como abogado, hasta que lo convenció y lo mandó a la capital mientras ella se partía el lomo para que él estudiara.

 

Carlos no pasó necesidades, incluso empezó a engordar con su vida bohemia en compañía del guaro y la poesía. Su madre, en cambio, estaba más flaquita cada día. Por ahí decían que hasta aguantaba hambre.

 

Dos boletos de autobús tenía que comprar Carlos para poder alcanzar en los asientos. Transformado regresó a su pueblo ya convertido en abogado. Juanita desfallecía de alegría y orgullo al verlo después de tantos años.

  • “¡Llegó el poeta-abogado!” –gritaban- “…y el gordo-borracho”, murmuraban.

  • “No es tan gordo”-decían las casamenteras. Y Carlos se enamoró, para más tarde quemar su corazón, su vida, refugiándose en sus vicios, so pretexto de ser poeta.

 

En un poyo del parque del barrio, acostado y ahogado por su propio vómito, murió Carlos, el licenciado-poeta, el gordo, el borracho, hijo del relojero, e hijo de Juanita la lavandera del pueblo.

 

Ayer solo su madre le recordaba. Sola, recostada a la baranda que da a la calle, le imaginaba ver regresar con el diploma en la mano, hecho un hombre nuevo.

 

 

 

 

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