
- ESCRITOS -
VÍCTOR MANUEL
LA FELICIDAD
Entre el nacer y el morir nos sostenemos
Contribuimos con la mentira y el autoengaño para los demás y para con nosotros mismos
Nos hemos convertido en estrategas de la farsa íntima
Nos mienten –mentimos- y nos autoengañamos
He ahí nuestra gran perfección
He ahí de lo que debemos de estar realmente orgullosos
Una vez aquí, debemos afilar nuestros dientes y artimañas para sobrevivir al caos
No estamos aquí para ser felices
La felicidad no es más que un añadido
Un goce efímero que nos permite transitar con menos desesperación por lo irremediable
La felicidad es un lujo
Y como lujo no se lo puede dar cualquiera
¿Para qué estamos aquí?
¿Para ser felices?
Mas la felicidad solo sería posible solventadas nuestras necesidades básicas
En eso tenía razón Aristóteles –mas no toda felicidad es virtuosa
¡Repito!:
“La felicidad es un lujo y como lujo no se la puede dar cualquiera”
¿El enfermo, el hambriento y el oprimido pueden ser felices?
¡Quizá sólo mediante una sobredosis de autoengaño, masoquismo y esperanza!
¿Puede el rico, el saludable y el verdugo ser feliz?
¡Quizá sólo mediante una sobredosis de autoengaño y cinismo!
Mas no desesperemos
Para vivir no es necesaria la felicidad –o lo que entendamos por ella
Basta con unas ráfagas de alegrías momentáneas
Pero sin excesos –no vaya a ser que nos mal acostumbremos