CURUBANDÉ-GUANACASTE EN LA MIRA O DE LA URGENCIA DE UNA INSTITUCIÓN RURAL EN CONEXIÓN CON EL MUNDO GLOBAL (1)
- Víctor Manuel
- 15 may
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Actualizado: hace 15 horas

(Víctor Alvarado Dávila - Filósofo)
En un mundo global, incluso los sitios rurales más alejados de los centros, no pueden funcionar adecuadamente si no lo hacen en función de las situaciones y exigencias globales; por lo que incluso una población como la nuestra, debe pensarse a sí misma en conexión con el mundo.
Ahora bien, pensarse a sí misma, implica pensarse integralmente, lo que significa tomar en cuenta a su población más frágil: niños, jóvenes y adultos mayores. Considerando que todos tuvimos una niñez, fuimos jóvenes y si seguimos con vida llegaremos tarde o temprano a la vejez.
Por lo menos hoy, no me voy a referir a esta última etapa. Hemos de pensar hoy en los niños y en los jóvenes; en la juventud, si consideramos que tienen el derecho a seguir preparándose para enfrentar el futuro. Porque si no pensamos que la juventud tiene ese derecho, es posible que tampoco consideremos que los adultos mayores tengan el derecho a seguir cultivándose.
¿A qué nos lleva todo esto? A pensar en la continuación de la educación para la juventud; pero pensando esta educación al interior de nuestra comunidad, lo que significa procurar que los jóvenes no se vean obligados a salir para continuar con sus estudios.
De ahí, que la fundación de una institución educativa sea necesaria y sumamente importante. Mas si queremos ser consecuentes con la situación real en la que vivimos, no podemos ni debemos descartar -como comunidad- nuestra situación rural.
No obstante, hay que precisar que nuestra situación rural se sostiene en conexión con la situación global. Ejemplo de ello es la relación directa de la comunidad con personas provenientes de otras latitudes, con visiones de mundo diferente a las nuestras -lo que ha sido posible gracias al turismo.
Es por eso que una institución rural educativa, con un enfoque comunal turístico, es de suma importancia por diversas razones.
Pensemos primero en los tres vocablos principales por separado: Turismo-Rural-Comunitario.
Vayamos primero de lo esencial a lo específico. Es decir, que para pensar en un “Turismo Rural” se necesita primero de la existencia de una Comunidad, por lo que dicha institución ha de pensar primero en lo comunal; porque si una comunidad no tuviera las riquezas naturales propicias para un turismo ecológico, rural comunitario; sí tendría lo básico, es decir, una Comunidad, aunque el enfoque turístico bien podría ser otro, por ejemplo, un “turismo empresarial urbano”, que es el que no se busca.
Lo comunal es la base, por lo que la educación secundaria debería capacitar a los jóvenes para cubrir algunas necesidades, básicas, en una comunidad rural. Necesidades que se evidencian desde el momento en que tenemos que salir de la comunidad para cubrir nuestras necesidades. Por lo que dicha educación debe encaminarse para preparar a los jóvenes en diversos oficios. Porque recuerden, que nuestro país no solo ocupa graduados de universidad, de hecho, tenemos muchos profesionales sin empleo. Así las cosas, una educación enfocada en la adquisición de oficios es urgente para nuestra comunidad.
¿Dónde vive el zapatero del pueblo? ¿Dónde se ubica el mecánico del pueblo? ¿Cuántos talleres de electrodomésticos tenemos en el pueblo? ¿Quiénes son la costurera y el sastre del pueblo? ¿Cómo se llama la enfermera de primeros auxilios que da servicio a domicilio? ¿Dónde está la sucursal de bomberos de curubandé ¿Cuántos jóvenes hay diplomados en albañilería, fontanería, electricidad y herrería? ¡Esperemos que al menos existan dos o tres diplomados en cada una de las áreas, para evitar así el monopolio!
Ante tales cuestiones, ¿nos damos cuenta ahora de las carencias de nuestra comunidad? Pues bien, las carencias hay que solventarlas. Es por eso que una educación rural comunitaria, debe pensar primero en cubrir sus propias necesidades, porque nadie, ni algún órgano gubernamental vendrá a enriquecer este pueblo si antes la comunidad misma no lo solicita o lo exija. Es por eso que, una comunidad empoderada en sí misma, crece. Al tiempo que es absurdo, que pensamientos partidistas se opongan al bienestar del pueblo, cuando todos, siendo parte de él nos perjudicamos cuando ponemos obstáculos, o nos beneficiamos cuando ciertas personas, independientemente del partido político por el que sientan simpatía, trabajan activamente por las necesidades de la mayoría. Recordemos, que los gobiernos de turno van y vienen, mientras que las Comunidades prevalecen con sus necesidades-
Y es claro que, en toda comunidad, si bien existen “intereses colectivos”, existen también “intereses privados”. Es por eso, que cuando existen obstáculos al bienestar de la mayoría, es porque una minoría egoísta -a veces privada- imagina que sus arcas económicas bajarán. Mas esta creencia, es una creencia infundada, basada en la ignorancia, porque no pueden ver que tarde o temprano será un beneficio para todos, incluso para las empresas privadas. Porque una población con mejor educación tendrá más oportunidades para atraer riquezas, lo que conllevará a un consumo mayor de los propios atractivos que la misma comunidad ofrece; dando pie a que surja incluso un turismo al interior de la misma comunidad, lo que permitiría que en las temporadas bajas, las pequeñas empresas turísticas sobrevivan gracias al turismo propio de la zona, es decir, que nosotros mismos, como comunidad, visitemos los restaurantes, sodas y atractivos turísticos de Curubandé. ¡Que el turismo sea también para disfrutarlo nosotros!
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Toca hablar ahora, de la otra vertiente educativa, a la que debe tender el colegio rural comunitario: el turismo.
Pero antes hay que precisar, ¿en qué tipo de turismo estamos pensando?
Al menos, en términos generales podemos explicitar tres tendencias turísticas, a saber:
-Turismo Empresarial Privado
-Turismo Ecológico
-Turismo Rural
El primero de ellos, el más global y poderoso de todos, es el Turismo Empresarial Privado, representado por los grandes consorcios hoteleros y las magnas cadenas turísticas, que brindan trabajo a miles de miles de personas en todo el país. Y su funcionamiento es típicamente centralizado:
Recogen los turistas en el aeropuerto. Los meten en la buseta. Los llevan directamente al hotel donde hicieron la reservación. Los turistas disfrutan de todos los paquetes turísticos que les ofrecen las cadenas -porque funcionan así- . Y si quieren salir del hotel de playa donde están hospedados, para hacer turismo de montaña, el hotel de playa les recomienda un hotel de montaña que está inscrito en su propia cadena de tránsito turístico. Y les alerta, sutilmente a los turistas, que si quieren visitar los pueblos “tengan mucho, muchísimo cuidado porque les puede robar o suceder algo inoportuno por el manejo de los alimentos que consuman; por lo que ese turista, que ha sido tratado bien y con una sonrisa, confía en quienes le han cuidado, y termina la más de las veces, no yendo a visitar los pueblos.
Ante este panorama, ¿hemos de apostar por el turismo empresarial-privado y preparar a los jóvenes para que formen parte de su planilla? Es decir, ¿los cursos y el énfasis de la educación estaría encaminada para que trabajen en los grandes hoteles?
El otro turismo es el Turismo Ecológico, que, si bien puede formar parte de la publicidad del turismo empresarial, es sumamente caro, si se piensa que en realidad exista una empresa turística ecológica. Muy caro, si se espera que los nacionales puedan disfrutar de un turismo empresaria que a la vez sea “ecológico”, ¡y no sólo en el papel! Porque ustedes bien saben que “el papel aguanta lo que le pongan”.
Sin embargo, lo ecológico sí puede armonizar bastante bien con lo rural, pues lo rural, al ser más sencillo y más económico, su impacto sobre la naturaleza es mucho menor. Siempre y cuando haya controles efectivos. Pero eso es otro tema.
La preparación de los jóvenes en el ámbito del Turismo Rural Comunitario, implica necesariamente una formación básica en el marco del emprendedurismo.
En términos generales, muy generales, el Turismo es Rural, porque aprovecha las cualidades y riquezas propias de la región, como por ejemplo, la agricultura, la apicultura, pero también las riquezas naturales como las pozas, las aguas termales, las montañas, las noches estrelladas o “La Luna Curubandeña”; el canto de los pájaros, los grillos y las chicharras y el sonar de los anfibios, así como el bailar de las luciérnagas; la riqueza arqueológica de los petroglifos de Curubandé; los cuentos y leyendas de la zona, y también, el sello personal de quienes se caracterizan por sus quehaceres especiales en la comunidad, como el cuentacuentos del pueblo, el poeta del pueblo, el escultor del pueblo, el marimbero, los músicos que llevan sus serenatas, las señoras famosas por la calidad de sus comidas típicas, así como los artesanos creativos de Curubandé que no hacen uso de los tiliches hechos en china…¡Que no existe nada de eso en Curubandé, o muy poco!!
Bueno, entonces hay que propiciarlo, hay que crearlo, hay que fundarlo; y eso se hará a través de una educación encaminada hacia el emprendedurismo, para así, finalmente, construir una telaraña en la que han de inscribirse las personas interesadas de la comunidad.
Visualicémoslo brevemente.
La comunidad ya organizada, adquiere dos busetas cumpliendo previamente los permisos de ley. O bien, una familia o una persona del pueblo. tiene como su empresa, transportar a los turistas que estarán hospedados en las diversas casas, apartamentos o cabañas de la comunidad.
Se les lleva a visitar a la familia del pueblo que tiene vacas. Se les enseñan las vacas resaltando lo bonitas que son y sus nombres graciosos, contando cada una de sus “personalidades”, así como de los otros animales que están por ahí. Se les lleva a ver cómo se ordeña, y se les enseña a los turistas interesados, a ordeñar; luego se lleva a que corroboren la limpieza o purificación de la leche. Después, contemplarán la preparación de los quesos, y se les dará a probar un poco de los diferentes productos lácteos: natilla, quesos, cuajadas, etc, lo que también estarán a la venta.
Se montan en la buseta y se les lleva donde quienes preparan y venden comidas típicas. Ahí podrán comprar su desayuno, almuerzo, cena o tomar el café de la tarde.
También se les lleva donde el señor que cultiva el café de la zona. Y ahí podrán, además de tomar café, comprar las bolsas de café procesado, para llevar a sus países.
Más tarde, se les llevará donde los artesanos y artistas del pueblo, para que puedan contemplar y comprar algunos recuerdos.
Luego se les lleva a que prueben vino de coyol, que podrán comprar a gusto. Y pueden que estén por ahí los músicos amenizando con la marimba y sus demás instrumentos. Basta agregar que, obviamente los discos estarán ahí para que los turistas los compres.
Estos no son más que unos ejemplos que pueden brotar gracias al conocimiento adquirido mediante una institución comunitaria con énfasis en el turismo rural, en donde se beneficiará todas las personas inscritas en dicha telaraña, sus familias, y por ende, todo el pueblo.
Finalmente, y esto hay que decirlo desde ya y tajantemente, que para que dicha telaraña turística rural comunitaria funcione eficazmente, es necesaria una red de cuido siempre presente en el ámbito, no sólo financiero, sino especialmente ético, que vele, proteja y apunte al bien común.
Buenas tardes.
Conferencia presentada en Curubandé de Liberia (Guanacaste) en 2023).
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